Inequidad financiera: ¿Cómo avanzar?

Inequidad financiera: ¿Cómo avanzar?

Pese a que durante la última década ha tomado fuerza la discusión respecto a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, aún hay brechas que acortar. Una de ellas, la inequidad en el mundo de finanzas.

Para reflexionar sobre este tema, conversamos con cuatro mujeres que se desenvuelven en el rubro financiero y nos entregan su visión sobre cuáles son las razones por las que, el otrora mal llamado sexo débil, ha quedado relegado en este ámbito y cómo pueden ir empoderándose.

Respecto a los motivos que explicarían el actual escenario de desigualdad en las finanzas, Antonia Rojas, partner de la plataforma de inversiones mexicana ALLVP, señala que las mujeres tradicionalmente han estado en una situación de dependencia económica, en la que sus acciones y toma de decisiones ha sido invisible para el sistema financiero, limitando su acceso a productos financieros.

“Uno de los aspectos que ha permitido esta dependencia es el hecho de que históricamente, la mayoría de las decisiones financieras han estado relegadas a los hombres, pues han tenido mayores oportunidades para construir un historial crediticio y, por ende, aumentar su posibilidad de acceder a créditos y seguir sus sueños. Situación que se antepone a la mujer que, en muchos casos, no tienen acceso crediticio, pero son quienes toman las decisiones de compra en el hogar: Un hecho “invisible ante el sistema financiero”, explica.

Ángeles Escala, CCO de Betterplan, indica que la mujer enfrenta desafíos únicos, tanto por razones biológicas y por cómo la sociedad ha castigado ese aspecto. “Nuestra expectativa de vida es mayor que la del hombre y los ingresos que percibimos son más bajos. Además, las interrupciones profesionales producto de la maternidad, es un aspecto que también nos pone en desventaja”.

Visiones de ambas líderes que son confirmadas por un estudio realizado recientemente por UBS Wealth Management, el cual arrojó que, a pesar de que las mujeres están plenamente implicadas en los asuntos económicos diarios de sus hogares, ese involucramiento no se amplía a las finanzas de largo plazo (inversiones, jubilación y otros), ya que el 56% de las mujeres en el mundo dice dejar la planificación financiera a sus cónyuges; porcentaje que aumenta a 60% en mujeres millennials. Al ser consultadas por la razón de delegar las finanzas largoplacistas, un 82% menciona que se debe a que su pareja sabe más que ella sobre el tema.

Desigualdad Financiera

Pero las desigualdades en el ámbito financiero no sólo tienen una implicancia en lo cotidiano o en las finanzas personales. También son patentes en el aspecto laboral. Paula Cruzat, subgerente de Distribución Institucional en Banchile, coincide con las ideas planteadas inicialmente y, además, agrega: “A lo largo de la historia las mujeres han enfrentado barreras y discriminaciones, que también han permeado en el mercado financiero y en su participación en altos cargos. Según información de la CMF, el 2011, las mujeres representaban un 1% de los directorios de las empresas del IPSA, porcentaje que se incrementó a un 9.5% el 2020, pero que aún se encuentra muy por debajo de países como Francia o Islandia, donde este número alcanza casi el 50% y del promedio de países OCDE, cifra cercana al 26%”.

Problemática que, según Marisol Zornoza, product owner de Ventas digitales de Falabella Financiero, se irá modificando conforme avance el tiempo. “Creo que la mentalidad de las nuevas generaciones está más actualizada. En mi caso, nunca me he sentido relegada por el hecho de ser mujer. Sin embargo, conozco casos de mujeres mayores que se han sentido intimidadas, desplazadas o inseguras a la hora de dar su opinión en una mesa de hombres. Hay muchas mujeres que piensan que sus aportes valen menos y por eso han preferido quedarse calladas. Afortunadamente, creo que eso ha ido cambiando y es una conducta que no veo en generaciones menores a las mías”.

Educación financiera como base

A la hora de reflexionar sobre qué medidas pueden tomar las mujeres para avanzar en el empoderamiento de sus finanzas, todas coinciden en el mismo punto: La educación financiera.

En esa línea Antonia Rojas, señala que uno de los primeros pasos para fomentar la inclusión financiera de la mujer, es la educación. “Este es un aspecto esencial para dar autonomía y evitar situaciones de abuso de poder, debido a la dependencia económica”.

Si bien los temas financieros pueden parecer complejos a simple vista, Marisol Zornoza considera que lo primero que hay que hacer para interiorizarse en esta área es perder el miedo a preguntar. “Para tomar cualquier tipo de decisión es crucial informarse, leyendo libros básicos de finanzas, por ejemplo; y asesorarse para entender los conceptos basales del mundo financiero. Luego, para quien tenga las condiciones, mi recomendación es que pruebe en diferentes plataformas o productos con distintos niveles de riesgos. De esta forma, no se expone todo el capital y se minimizan las posibilidades de pérdida”.

Para Ángeles Escala, las entidades financieras no han sabido leer las necesidades específicas de las mujeres y las ha dejado de lado, privándolas de ofertas que respondan a estas necesidades. “Precisamente, revertir esta situación, es una de las principales motivaciones de Betterplan. Nuestro propósito es crear un ecosistema integral de inversiones que incluye asesorías, inversiones de bajo costo y una plataforma fácil e intuitiva de entender, de manera que todas y todos puedan tomar el control de su vida financiera”.

Por último, en el aspecto laboral, Paula Cruzat sostiene que, si se potencia la educación financiera y la inclusión, incidiría en que más mujeres se integren al mercado financiero. “También es necesario tener porcentajes mínimos de mujeres dentro de las empresas, herramientas de autodiagnóstico y evaluación respecto a nuestros propios pares y capacitaciones constantes para poder ir perfeccionándonos con el paso del tiempo y tomar roles de mayor liderazgo”.

En esta oportunidad en Betterplan quisimos conocer diferentes miradas que apuntan a un mismo objetivo: equilibrar las oportunidades que el mercado financiero ofrece a las mujeres.

Aunque somos conscientes que las soluciones requieren de una discusión de largo aliento, creemos que abrir la discusión es un paso inicial. Sobre todo, si consideramos que la creación de nuestra Fintech surge porque detectamos que, en Chile, existían muchos emprendimientos financieros centrados en el producto y no en la persona y sus particularidades.