Las 6 mayores trampas de los inversionistas

Las 6 mayores trampas de los inversionistas

Las emociones y sentimientos humanos la mayoría de las veces afectan en nuestro éxito como inversionistas, nos impulsan a tomar decisiones que parecen racionales pero que son contraproducentes. En este artículo te hablaremos sobre 6 sesgos comunes de los inversionistas y cómo podemos prevenirlos para que no afecten nuestra toma de decisiones.

1.Evitar pérdidas a toda costa: miedo a la perdida

  • Qué es: El temor a perder es mayor al placer de ganar. Por esto la gente tiende a evitar perder dinero, incluso si esto significa no llegar a sus metas.
  • Cómo se desarrolla: Este miedo a la pérdida hace que los inversionistas inviertan de forma muy conservadora y sobre reaccionen frente a la volatilidad del mercado, vendiendo bajo.
  • El problema: Si uno solo pone su plata en inversiones de bajo riesgo y bajo rendimiento, ésta puede no crecer lo suficiente para alcanzar metas de largo plazo como la jubilación. Al mismo tiempo vender por miedo al mercado cuando hay incertidumbre hace que las pérdidas se manifiesten, haciendo aún más difícil recuperarlas.
  • Cómo prevenirlo: Una buena planeación ayuda a enfocarse en metas a largo plazo, en lugar de corto plazo. Si estás planeando para 20 años más, una pérdida vista por un mes probablemente no va a ser tan importante. Enfócate en tus metas y tiempos personales. Y monitorea tus inversiones y progresos hacia tus metas de forma programada y no muy frecuentemente, quizás una o dos veces al año, o si hay un cambio en tu metas o situación personal.

2. “¡Soy el mejor!”: Sesgo de confirmación

  • Qué es: Tendemos a buscar información que confirme o apoye lo que ya pensamos, y a rechazar la información que no. En las palabras de Muhammad Ali “no siempre sé de qué estoy hablando, pero sé que estoy en lo correcto”.
  • Cómo se desarrolla: Digamos que has invertido en las acciones de una empresa. Mientras vas estudiando la compañía te encuentras con 10 noticias positivas y 10 negativas – y terminas leyendo solo aquellas que apoyan tu decisión.
  • El problema: Limitar la información que lees a solo la que confirme tus decisiones puede hacer que no veas señales de advertencia importantes.
  • Cómo prevenirlo: Pregúntate constantemente “¿en qué podré haberme equivocado?” Busca información de fuentes variadas. 

3. Quedarse en lo primero que se ve: sesgo de anclaje

  • Qué es: Tendemos a engancharnos a la primera información que encontramos, sea importante para la decisión a tomar o no.
  • Cómo se desarrolla: En general nos enganchamos a números específicos solo porque es algo que entendemos. Imaginemos que tu amigo está delirando sobre un fondo de inversión, que tú nunca habías oído, que compró por $50. Pero cuando tú lo buscas ves que está a $55 y decides no comprarlo.
  • El problema: Anclas que elige nuestro cerebro muchas veces no tienen importancia alguna para la decisión que tenemos que tomar. Por ejemplo, elegir si tiene sentido comprar un fondo depende de factores tales como tu propia situación, la estrategia del fondo y futuros prospectos. El precio al cual lo compró tu amigo no tiene importancia alguna.
  • Cómo prevenirlo: Ignora el ancla, haz tu tarea. Para acciones y fondos de acciones considera fundamentos de la inversión tales como crecimiento de las ganancias, proporciones ganancia-precio, y flujo de caja libre. Para bonos y fondos de bonos, investiga factores como la solidez y la clasificación crediticia de la empresa emisora además de la tasa de interés. También considera cómo estas inversiones se acomodan a tu plan de inversiones general. Y, si no eres capaz de hacerlo por tu cuenta, busca ayuda de un profesional.

4. El problema de las noticias de última hora: El sesgo de la actualidad

  • Qué es: Tendemos a sobre enfocarnos en la información que recibimos recientemente, solo porque es la más disponible para nuestros cerebros en un momento dado.
  • Cómo se desarrolla: Cuando el mercado está bajo solemos sentirnos – y a veces actuar – como que va a seguir cayendo para siempre. Y cuándo está creciendo actuamos y sentimos como que nunca va a parar.
  • El problema: El sesgo de la actualidad puede llevarte a invertir más en los puntos altos del mercado y a vender en los bajos, justo lo contrario a lo que hacen los inversionistas exitosos. Agrégale a eso que hay noticieros 24 horas al día bombardeándonos con noticias de última hora y vas a encontrar que no faltan estímulos guiándonos en la dirección errónea como inversionistas.
  •  Cómo prevenirlo: Deja de revisar constantemente cómo está el mercado. Los titulares más aterradores suelen tener poco impacto a largo plazo en las tendencias del mercado. Enfócate en tus metas personales, considera tener una mezcla de acciones, bonos e inversiones a corto plazo para alcanzarlas. Si movimientos del mercado cambian la asignación de tus activos – o si tu situación cambia – considera formas en que puedas traer el balance de vuelta a tu mezcla de objetivos. Esa disciplina puede ayudarte a comprar bajo, vender alto y crear riqueza con el tiempo.

5. La seguridad está en los números… ¿verdad?: Sesgo de pastoreo

  • Qué es: Cómo humanos solemos seguir a la multitud, ahorrando tiempo y energía mental haciendo lo mismo que los que nos rodean.
  • Cómo se desarrolla: Muchas personas en tu vida hablando de una inversión en específico. Piensas que si es popular debe de valer la pena comprarla.
  • El problema:  La multitud muchas veces está equivocada, y cuando pasa eso puede ser muy costoso: Piensa en las acciones de internet en 2001 (burbuja puntocom).
  • Cómo prevenirlo: Más que seguir a la multitud enfócate en desarrollar un plan de inversión que sea adecuado para ti. Esto significa un plan que considere tus planes individuales, situación y horizonte de tiempo – y uno que sea diverso. La diversificación no significa que nunca vas a perder dinero, pero tener una mezcla variada puede ayudar a disminuir el riesgo, así si unas inversiones caen otras pueden subir, ayudándote a alcanzar tus objetivos.

6. El diablo que conoces: La aversión a la ambigüedad

  • Qué es: La gente suele sentirse más cómoda con las cosas que son predecibles y evitan la incertidumbre.
  • Cómo se desarrolla: Quizás te sientas tentado a acumular inversiones que ofrecen rendimientos predecibles – como fondos del mercado monetario o bonos con un tipo de interés fijo – versus una acción de crecimiento sin dividendos y rendimientos inciertos.
  • El problema: A veces apegarse a tu zona de confort es riesgoso. Por ejemplo, si tu meta es crecer, tus activos en un largo período de tiempo, inversiones con rendimientos predecibles pueden no darte la mejor oportunidad para alcanzar tus objetivos. 
  • Cómo prevenirlo: Establece un plan de financiamiento centrado en tus metas y situación. Crea un mix de inversión que incluya acciones, bonos y efectivo para ayudarte a alcanzar tus objetivos en el periodo de tiempo de tu elección. Y después apégate a este.

Conocer y entender las “trampas” mentales a las que te ves enfrentado al invertir te ayudará a combatir su influencia en la toma de decisiones. Lo mejor que puedes hacer es desarrollar y armar un plan financiero sólido que esté completamente enfocado en lograr tus metas y objetivos financieros. En tiempos de incertidumbre, ese plan te recordará tus prioridades y te ayudará a conseguir los recursos que necesitas alcanzar tus metas.

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