Inversión en activos alternativos ya representa cerca de 30% en la cartera de los altos patrimonios chilenos
Una tendencia que históricamente se asociaba con inversionistas institucionales está ganando fuerza entre los clientes de alto patrimonio en Chile: la inversión en activos alternativos.
La exposición a esta clase de activos, según la gerente general de MBI Inversiones, Karin Küllmer , ya representa el 30% del total de la cartera de inversiones de este segmento de clientes.
Para la directora de Victus Multifamily Office de Grupo Credicorp, Carla Barrientos, esta tendencia se da principalmente en family offices, y afirmó que el rango de exposición va entre 20% y 40%.
Según el presidente de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (ACAFI), Luis Alberto Letelier, el apetito por estos activos debiese continuar, esto porque “en la industria local de fondos de inversión, más de un 70% del total de los activos administrados corresponden a activos alternativos”, afirmó.
Las razones del incremento en la exposición hacia esta clase de activos, según el Managing Partner de AAM Capital, David Cohen, se debe a que anteriormente el acceso a este tipo de vehículos “era más restringido, el ticket mínimo de inversión en promedio era muy alto”.
A esa mayor apertura se suman también otros factores, como las caídas históricas que tuvieron las tasas mundiales hace unos años, lo que impulsó que las carteras de los altos patrimonios “evolucionaran a los activos alternativos en busca de mayores rentabilidades”, aseguró el socio fundador de Barros & Errázuriz, Fernando Barros.
Este panorama no solo se ve a nivel local. Diversos estudios de gestoras internacionales apuntan a que los activos alternativos son los vehículos favoritos de estos clientes.
El reporte global de family offices 2023 de UBS, estableció que estos clientes tienen una exposición de 45%, mientras que este mismo estudio de la gestora KKR, estimó que la cifra alcanzaría 52%.
Aumenta el apetito
De acuerdo con los expertos, la entrada “natural” de los altos patrimonios a los activos alternativos es a través de inversiones inmobiliarias, ya que se encuentran más familiarizados con este tipo de instrumentos. Sin embargo, la exposición a deuda privada y private equity (capital privado), es cada vez mayor.
Los beneficios
El incremento de exposición a esta clase de activos, según los expertos está correlacionada a que sirven como refugio contra la volatilidad del mercado y generan mayor rentabilidad a largo plazo que otras inversiones.
Al ser más ilíquida, recomiendan utilizarlas como inversión pensando en un horizonte de largo plazo. Con esto, los altos patrimonios, al ser un segmento que no necesariamente buscan liquidez inmediata, tienen la capacidad de tener una mayor exposición.
Barrientos, de Vicctus, precisó que estas inversiones tienen que ser pensadas con horizontes de aproximadamente 10 años, “por lo que con el tiempo ofrecen un premio por iliquidez”.
En tanto, Letelier, agregó que otro beneficio que tienen estos instrumentos es que permiten tener “presencia en sectores o industrias que muchas veces no es posible acceder con otro tipo de inversiones”.
Junto a esto, al ser activos que están descorrelacionados del mercado público, automáticamente están mucho menos expuestos a la volatilidad.
Para Küllmer, estos activos sirven “como estabilizadores” para mejorar la rentabilidad en períodos cambiantes.
Artículo escrito por Sofía Fuentes