La tentación de los depósitos a plazo
En el último tiempo han proliferado las ofertas de depósitos a plazo y alternativas de inversión conservadoras. Esto hace sentido, la historia nos muestra que cada vez que reina el pesimismo en los mercados financieros la gente tiende a inclinar sus inversiones hacía activos menos riesgosos. Hoy no es la excepción.
Sin embargo, la tentación de los depósitos a plazo tiene dos problemas, uno de rentabilidad y uno de desigualdad.
Partamos por la rentabilidad. Así como la historia nos muestra este deseo de “vuelo” hacia activos más conservadores, también nos muestra que su resultado termina siendo poco alentador. Utilizando más de 50 años de datos del índice de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan, J.P. Morgan muestra que invertir en el S&P500 en un peak de optimismo tuvo una rentabilidad promedio de 4,1% en los siguientes 12 meses. Por el contrario, invertir en un momento donde reinaba el pesimismo como hoy tuvo una rentabilidad promedio de 24,9% a 12 meses. Rentabilidad desaprovechada por todos aquellos que abandonaron el mercado accionario en busca de refugio.
Un estudio de Morningstar (Mind the Gap, 2017) refuerza el punto anterior. Tomando datos de fondos accionarios americanos para el período entre 2007 y 2017, concluyen que los inversionistas rentaron en promedio un 3% menos al año que los fondos en los que ellos mismos invirtieron. ¿Cómo puede ser esto? La diferencia se explica por la incapacidad de los inversionistas para mantener su posición accionaria a través de los vaivenes del mercado.
Como adelanté, la tentación de los depósitos a plazo no sólo tiene una implicancia en términos de rentabilidad sino que también en cuanto a la desigualdad, ya que no todos “vuelan” hacia activos conservadores de igual manera.
Me explico. Las personas con mayores ingresos tienen mayores reservas para “capear” eventuales tormentas financieras. Esta resiliencia les da la tranquilidad de que saldrán adelante a pesar del escenario temporal negativo y por lo tanto son capaces no sólo de tomar más riesgo sino que de mantenerse en él a pesar del sentimiento negativo. En el largo plazo, este mayor riesgo y consistencia obtiene su recompensa y las personas de mayor patrimonio terminan obteniendo una mayor rentabilidad por sus inversiones (Fagereng et al 2019, Econometrica).
¿Algo que se pueda hacer? Las familias de menores ingresos de nuestra sociedad no tienen muchas opciones, en situaciones de crisis suelen necesitar sus escasos ahorros y por lo tanto es correcto tener éstos en activos líquidos y de muy bajo riesgo; a pesar del costo en rentabilidad que eso implique. Sin embargo, este no es el caso de todos los que arrancan a refugiarse en los depósitos a plazo. Si eres parte de este segundo grupo trata de actuar como se observa que actúan las personas de mayor patrimonio: resiste la tentación y mantén el nivel de riesgo consistente con tu horizonte de inversión. Cuando te llamen para ofrecerte cambiar tus ahorros diversificados globalmente por depósitos a plazo piénsalo dos veces. El tú del futuro te lo agradecerá.
José Tomás Valente
CEO Betterplan
Julio 2022