¿Qué esperar para 2024? Un resumen de lo que espera Wall Street
Estamos en plena temporada de reportes y “oultlooks” sobre lo que esperan las grandes instituciones financieras -como JPMorgan, Golman Sachs, BlackRock y otros- para el año 2024. Como leerlos todos lleva tiempo, les queremos dejar un resumen con cinco consideraciones que les servirán como brújula para navegar el año que viene.
1.La inflación se estabilizará, pero aún debes protegerte contra ella.
El mundo financiero alguna vez estuvo gobernado por tasas de interés ultra bajas. ¡Sorpresa! Esto se acabó. La inflación llegó sigilosamente y aumentó globalmente en 2021 y 2022, llevando a los bancos centrales a aumentar considerablemente las tasas de interés.
La buena noticia es que los expertos coinciden en que la inflación se está enfriando y lo continuará haciendo durante 2024, lo que dará más espacio para tener rentabilidades reales positivas. Más aún, históricamente las acciones han tenido muy buen desempeño cuando la inflación está levemente sobre la meta. Como muestra el gráfico, cuando la inflación está entre 2% y 3%, la rentabilidad anual promedio ha sido de 13,8%.
Gráfico 1: Las acciones han tenido buen desempeño cuando la inflación de Estados Unidos está entre 2% y 3%
2. ¿Qué hacer con los depósitos? El riesgo de tener demasiados.
En el último año la gente se lanzó al efectivo atraída por la rentabilidad y baja volatilidad, lo que se ve en el crecimiento de los depósitos, money market, y nuestra Cuenta Ahorro. Pero acá viene el giro: Wall Street opina que esta no será la mejor alternativa para 2024.
Acá la explicación: Los depósitos y renta fija de corto plazo brillan cuando las tasas de interés suben y hay incertidumbre sobre las ganancias de las empresas. Como se observa en el gráfico 2, la menor inflación ha hecho que Goldman Sachs proyecte reducciones significativas en las tasas de interés de los bancos centrales tanto de países emergentes como desarrollados. Los reportes de los bancos de inversión internacional recomiendan asegurar las buenas tasas actuales por más tiempo a través de renta fija de mayor plazo, y volver a invertir de manera diversificada.
“Esperamos que las tasas bajen considerablemente en 2024. Esto habla a favor de limitar la exposición a depósitos y asegurar las tasas de bonos con buena calidad crediticia” – UBS
Gráfico 2: Bajas pronunciadas en 2024, primero en los emergentes, luego en los desarrollados.
3. Los bonos están relativamente más atractivos que las acciones: Ajusta la combinación según tus objetivos y ambiciones.
Las tasas más altas hacen que los bonos sean más atractivos que las acciones. Los informes destacan que los bonos, con este nivel de tasas, proporcionan rendimientos constantes y estabilidad cuando el crecimiento económico se desacelere.
Es importante destacar que esto no es una batalla donde deberías tener sólo bonos o sólo acciones, ya que ambos tienen fortalezas y debilidades: se recomienda un enfoque equilibrado donde la combinación exacta entre renta fija y renta variable depende de tus objetivos y tolerancia al riesgo.
“La deuda de buena calidad crediticia continuará entregando rentabilidades atractivas en comparación con otros activos financieros, especialmente si consideramos el riesgo-retorno” – Morgan Stanley
Gráfico 3: Las acciones típicamente le ganan a los bonos, pero la magnitud varía considerablemente.
4. Con ayuda de la IA, las acciones parecen encaminadas a nuevos máximos.
Varios reportes enfatizan la importancia de la inteligencia artificial como factor clave para el crecimiento de largo plazo. Hay coincidencia en que la IA provoca un cambio en el juego y es terreno fértil para nuevas oportunidades. Sin embargo, hay debate sobre cuándo se podrían ver materializadas estas ganancias y por lo tanto el camino no estará exento de volatilidad.
Se espera un entorno de crecimiento más lento que el experimentado en la última década, pero también se destaca que muchas empresas han hecho los ajustes y están “más delgadas” y eficientes para enfrentar exitosamente el mundo que se viene.
Invertir en acciones ha demostrados una y otra vez ser la gran fuente de grandes rentabilidades a largo plazo, pero se espera que el camino siga siendo una montaña rusa que no todos están dispuestos a soportar.
“Vemos en pleno desarrollo un ciclo multi-país y multi-sector centrado en la inteligencia artificial” – BlackRock
5. Habrá ciertos focos de estrés crediticio, pero probablemente logren ser contenidos.
Por último, está el tema del estrés crediticio. Las altas tasas de interés entregan una mejor rentabilidad a los inversionistas, pero aumentan el costo de la deuda para aquellos que necesitan financiamiento. Los reportes en general anticipan que se producirá cierto estrés en sectores como los préstamos inmobiliarios y préstamos a empresas muy apalancadas.
No obstante, si bien el estrés crediticio podría generar ondas, se espera que estas sean manejables. Como se puede apreciar en el gráfico 4, los pagos de intereses de las empresas no-financieras como proporción de sus ingresos está en su nivel más bajo desde 1980. Esto creará oportunidades atractivas en el crédito privado, pero es importante mantenerse atento para saber diferenciar las oportunidades buenas de las malas.
Gráfico 4: La carga financiera de la deuda está en niveles históricamente bajos
Conclusión
Ad portas de ingresar al año 2024, nos encontramos con un paisaje financiero totalmente reconfigurado. Las tasas e inflación a la baja ofrecen un contexto de inversión muy positivo. En palabra de J.P. Morgan: “Hace más de una década que no había tantas opciones de inversión atractivas”. La clave está en personalizar tu estrategia de inversión y entender cuál de todas las opciones atractivas es la que está más alineada con tus metas financieras. Si necesitas ayuda, no dudes en contactarnos ¡Feliz inversión!